(UOC) La voluntad de la mesa es analizar como influencia el 15M en la política oficial, donde están los límites de los movimientos sociales y analizar la posibilidad de generar un laboratorio de aprendizaje entorno a los nuevos espacios de reflexión.
Mònica Oltra (Coalició Compromís) La incidencia de la crisis económica, política y social del País Valenciano es especialmente aguda y los ciudadanos se sienten especialmente burlados. La dificultad actual esta en articular un discurso político fuera del partidismo, este hecho provoca una desafección de los ciudadanos hacía los políticos. Y de la desafección política a la desafección democrática hay un paso.
El 15M despertó las conciencias que permitió destapar y amplificar el mal uso de la democracia por parte de los partidos políticos. ¿Qué pueden hacer los partidos políticos para aprovechar la fuerza de los movimientos sociales? Hay que seguir procesos paralelos pero que encuentren puntos de convergencia; la aproximación de los intereses de la representación política actual y los movimientos sociales emergentes tienen que converger para dar sentido a la acción política. Es importante revisar, controlar la evolución de la acción de gobierno, apoderando la ciudadanía y abriendo las puertas de los actuales partidos actuales.
El movimiento 15M se centra en la reflexión de la alternancia a los procesos actuales por una desconfianza en la forma de funcionar la democracia y las instituciones públicas.
Las denuncias que hace el 15M son en relación a las crisis del sistema de representación, problemas de intermediación, problemas de reconocimiento con la figura del político y la propia estructura de los partidos políticos, no válida para conseguir la confianza de la sociedad.
Además el 15M propone la posibilidad de ejercer política más allá de los canales oficiales. La representación no tiene que ser posible únicamente a través de la representación política tradicional; y la visión del espació público, no necesariamente bajo el control de las administraciones públicas.
Raúl Sanchez Cedillo (Universidad Nómada) El movimiento 15M, gracias a su formato red, ha generado una forma de inteligencia global. La cooperación entre cerebros permite conseguir la corporación de un nuevo modelo organizativo. La falta de miedo ha permitido la aproximación de voluntades conectadas en red. El movimiento del 15M se esta continuamente organizando, creando nuevas formas; esto es posible gracias a su carácter abierto. El movimiento 15M en tanto que inteligencia colectiva distributiva tiene un difícil diálogo con los sistemas políticos actuales. Su enorme complejidad, y singularidad, no puede ser sintetizada por los formatos tradicionales, demasiado simplistas, para dar respuestas. No hay posibilidad de negociación, porqué hay una incapacidad de la representación tradicional para dar voz a la expresión de la inteligencia colectiva de los miembros que forman parte de los movimientos sociales. Por otro lado, la única respuesta que parece dar la izquierda política es el soporte para aligerar el dolor.
Font: Ricard Espelt
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