Panel 6. Global networking y movimientos globales: la emergencia del 2011.

Coordina: Arnau Monterde
 
"Conexiones y elementos comunes entre la primavera árabe y el 15m"
Lali Sandiumenge 
 
“No solo estamos con vosotros en vuestro intento de acabar con lo antiguo, sino para experimentar con lo que ha de venir”. 
Los camaradas de El Cairo a Occupy Wall Street, 24 de octubre de 2011
 
Los vínculos de solidaridad entre los movimientos ciudadano surgidos entre finales de 2010 y 2011 se establecieron desde muy pronto y se han ido consolidando con el tiempo a través de la red  (twitter, comunicados y plataformas de apoyo, difusión de la información) y en encuentros presenciales (congresos, conferencias, protestas, etc). El espíritu igualitario, cooperativo y fraternal de las plazas se convierte, a gran escala, en un sentimiento universal: prevalece el interés de todos, bien expresado en el “Somos el 99%” de Occupy.
Algunos actores reclaman que lo que arrancó en Túnez y siguió después en España forma parte de una misma revolución global por una mejor gobernanza que arrancó hace ya muchos años. Se trata de una lucha contra la tiranía (sea la de los autócratas árabes o la de los mercados) y a favor de un cambio de régimen. Las grandes reivindicaciones compartidas son democracia (real aquí; no importada allí) y justicia social. Así como el contexto político y la composición sociológica de las poblaciones en cada uno de los países hacen arriesgadas las comparaciones –tanto entre España y el mundo árabe como entre los países de la región- sí puede afirmarse que el contexto económico es global (aplicación de políticas neoliberales, privatizaciones de lo público, incremento de las desigualdades, etc) y que España padece hoy algunos de los males que llevaron a la caída de las dictaduras árabes (corrupción, desprestigio de las instituciones, criminalización de la protesta, altas tasas de paro juvenil… ).
Lo más interesante es constatar que las revueltas árabes primero y el 15M, poco después, comparten muchos elementos comunes (y novedosos) en la forma de movilización. La reapropiación del espacio público y el uso intensivo y estratégico de los medios sociales son, de entrada, los más visibles -y condicionan o dan forma a algunas de sus características-. En la presentación daremos más detalles de estas similitudes y diferencias. 
 
 
"La difusión transnacional de los movimientos sociales: El 15M dentro de la nueva ola de protesta"
Eduardo Romanos
 
Este paper analiza la difusión de los movimientos sociales a partir de la comparación de dos procesos dentro de la nueva ola transnacional de protesta: la difusión de la primavera árabe al movimiento 15M, y de éste al movimiento Occupy Wall Street en Nueva York. La comparación sugiere que el contenido de la difusión y el tipo de vínculos sobre la que ésta se sostuvo fueron diferentes en uno y otro proceso. Los indignados españoles recibieron un sentido de eficacia de la acción colectiva que tuvo lugar en el Norte de África y Oriente Medio. Esta difusión se sostuvo fundamentalmente a través de medios indirectos mientras que la comunicación interpersonal ayudó a la transmisión de conocimientos más prácticos relacionados con nuevas formas de inclusividad y la organización y el desarrollo de la ocupación del espacio público en el segundo proceso. El análisis de este segundo proceso presta una atención especial al papel desempeñado por los emigrantes españoles en Nueva York. Los resultados de la comparación permiten una mejor comprensión de las diferencias entre difusión directa e indirecta y aportan datos que ayudan a responder a la pregunta sobre la posibilidad de que determinados tipos de canales sean más proclives a la difusión de determinadas innovaciones. En concreto, se sugiere que los canales indirectos permiten una difusión más ideática mientras que innovaciones de tipo más conductual parecen precisar canales directos para su difusión.
 
 
"La primavera mexicana de #YoSoy132: redes y política viral"
Guiomar Rovira Sancho
 
El  movimiento #Yosoy132 en México nació de forma intempestiva en mayo de  2012, a menos de dos meses de las elecciones presidenciales. Difícil de caracterizar en términos organizativos, el 132 ha sido un estallido social en forma de enjambre incontenible, una convocatoria autogenerada que ha tomado las calles de las principales ciudades del país.
En esta ponencia se caracteriza el #YoSoy132 como una red activista, un actor colectivo que no encaja en las definiciones habituales de movimiento social y que tiene una marcada dimensión comunicativa, lo que la sitúa dentro del ciclo de protestas globales que utilzan la Web 2.0  en un sentido tecnopolítico, como la Primavera árabe, las indignadas en España, Okupy Wall Street en Estados Unidos, entre otros. La idea de red tiene un gran peso en estas todas estas movilizaciones no sólo como forma de gestión de la información sino como “performativo político” donde “se comienza a vivir aquello por lo que se lucha” (Arditi, 2012:148): una democracia efectiva.
La  calidad heterogénea, difusa, contingente, de estos procesos de acción política  encuentra una teorización favorable en Deleuze y Guattari (1997), quienes proponen la metáfora botánica del rizoma, caracterizado por su “heterogeneidad y la conectividad”, donde cada punto puede conectarse con cualquier otro, donde no existe un traductor lingüístico universal, sólo hay argot y dialectos, por tanto, apropiación de significados y creación de sentidos diversos. El #YoSoy132 mexicano  corresponde a estas formas de “política viral” que no requieren la  generación del Uno (una identidad, un programa, un pueblo) para irrumpir  de forma concertada.
 
Síntesis i discusión del panel con:
Manuel Castells  es autor de "Redes de indignación y esperanza.Los movimientos sociales en la era de Internet"
 
Ocurrió cuando nadie lo esperaba. En un mundo presa  de la crisis económica, el cinismo político, la vaciedad cultural y la  desesperanza, simplemente ocurrió. Conectadas a través de las redes  sociales de Internet, las personas empezaron a agruparse en esos  espacios de autonomía y, desde la seguridad del ciberespacio, pasaron a  ocupar las calles y a elaborar proyectos ligados a sus verdaderas  preocupaciones, por encima de las ideologías y de los intereses  dominantes, reclamando su derecho a hacer historia. En todos los casos  ignoraron a los partidos políticos, desconfiaron de los medios de  comunicación, no reconocieron ningún liderazgo y rechazaron toda  organización formal, debatiendo colectivamente y tomando sus decisiones  en asambleas locales y a través de Internet. Desde Túnez e Islandia  hasta la revolución egipcia y el movimiento Ocupar Wall Street, pasando  por los indignados en España, se arroja luz sobre estos movimientos —su formación, su dinámica, sus valores y sus perspectivas  de transformación social—, que han llegado a alcanzar a 82 países. Al  hilo de su esclarecedor y apasionante análisis, identifica las nuevas  vías del cambio social que han surgido en este siglo y plantea hipótesis  sobre sus implicaciones prácticas. Un libro, en definitiva,  imprescindible para comprender —y cambiar— nuestro mundo.
 
Manuel Castells es Catedrático de Sociología en la Universidad Oberta de Catalunya, de Tecnología y comunicación de la universidad sur de los Angeles y profresor visitante de estudios de Internet en la universidad de Oxford. Es autor de innumerables libros. Recientemente ha publicado 'Redes de indignación y esperanza'.